Sitges, este precioso pueblo de las costas catalanas donde resido, se convierte de nuevo en la ubicación de uno de mis últimos proyectos de interiorismo y reforma integral.
La ubicación de este pequeño apartamento de no más de 50 m2, es ideal, ya que se encuentra a apenas 200 metros del centro del pueblo y a unos 5 minutos de la preciosa playa de San Sebastián.
A pesar de encontrarse en muy mal estado, el espacio por su forma, tenía muchísimas posibilidades, por lo que mi idea principal fué de inmediato (siempre de acuerdo con mi cliente) la de transformarlo en un moderno y elegante loft.
La premisa era adecuarlo para ser una vivienda de primera residencia, siempre pensando en una sola persona, o una pareja joven dispuesta a vivir en 50 escasos metros cuadrados, ya que, aunque el apartamento no dispone de vistas al mar, por su ubicación pudiera convertirse en un particular refugio, en este acogedor apartamento en el corazón de Sitges.
Cincuenta y cinco metros, aunque parezcan pocos, dan para mucho cuando hablamos de un espacio para una o dos personas. Por ello la optimización del espacio fué el primer reto para conseguir una nueva distribución de la vivienda que acogiera, cocina y living en un mismo espacio abierto, con un dormitorio principal con capacidad para un mínimo de dos personas, e integrar además un moderno baño con doble acceso, para acceder desde el dormitorio y desde el espacio abierto living/dining/cocina.
Por ello debieron derribarse los tabiques de las antiguos espacios; dormitorio, baño y cocina, para conseguir tres únicas estancias, aparte del pasillo distribuidor.
El diseño lo concebí como un espacio masculino, con el color negro como punto de partida, y dando protagonismo a la madera, utilizada en acabados, revestimientos, mobiliario y pavimento de toda la vivienda, para el que elegí un roble en tono natural.