El estándar Passivhaus o casa pasiva, es un modo de construir que nace en Alemania en 1991 y diseñada bajo los criterios del Passivhaus Institut, cuya principal cualidad es la de obtener un consumo energético casi nulo. Pero tranquilos, vivir en una vivienda pasiva no es diferente a cualquier otra, la diferencia está en que estas viviendas están diseñadas y planificadas para conseguir un elevado confort interior, por lo que su orientación y los sistemas de climatización deben ser estudiados al mínimo detalle.
Por ello, el diseño interior de esta vivienda, debía continuar con las características de eficiencia y funcionalidad que un espacio así precisa, implementando soluciones estético-funcionales en cada uno de los espacios que así requerían.
La primera de las premisas que el cliente exigió, fué la instalación de pavimento en toda la vivienda en roble natural de gran formato, con piezas de gran tamaño traídas directamente de los bosques del norte de Europa.
En su hall de entrada, diseñé un armario a medida en acabado negro mate y hornacinas en roble natural, dando continuidad en la utilización acabados y tonos neutros, repitiendo el patrón en las soluciones de revestimiento, pavimento y el diseño de mobiliario a medida, utilizando la madera de diferentes tipos, al natural y sin tintes en muchos de los espacios de esta vivienda.
El concepto de espacio abierto era uno de los deseos de mi cliente, y se llevó a cabo en el diseño previo de interiores, proponiendo mobiliario y elementos que se fusionaran en un mismo espacio, pero diferenciando las zonas de estar de la zona de comedor y la cocina. Esta ultima se integraba en el espacio de uso común, con un acabado en blanco mate, muebles superiores en Roble natural y encimera y aplacado en Calacatta Gold de Neolith, en el que destaca su barra de desayuno del mismo material y un rectángulo enmarcado de pavimento diferente al del resto de la vivienda, en un hidráulico blanco y negro de motivos geométricos de un patrón de diseño modernista Catalan.