Situado en Sitges (Barcelona) se ubica este apartamento construido en 1973 y situado a pocos metros del mar.
El apartamento tiene una superficie de 33 m2 y su utilización es la de una vivienda para el disfrute de periodos vacacionales, ya que los propietarios tienen su primera residencia en la provincia de Lleida.
El objetivo del proyecto era sacar el máximo partido, exprimiendo cada metro cuadrado de la vivienda para adaptarla a los nuevos propietarios, por lo que la vivienda debió rehabilitarse en su totalidad para zonificar y distribuir los distintos ambientes que conforman este apartamento, que gracias a su orientación sur y frente al mar dispone de luz natural durante todo el día, a través de un gran ventanal con vistas a las cercanas playas de Sitges.
Dadas las medidas de este coqueto apartamento, los distintos ambientes se solapan unos con otros, por lo que la mi idea en cuanto al diseño se basó en convertirlo en un moderno, luminoso y elegante loft, con toques cálidos y mediterráneos.
Sin grandes cambios, aprovechando el espacio existente, la cocina y el baño mantendrían su ubicación original, pues debido a las características de su construcción _ de más de 40 años_ nos hacía imposible realizar aberturas en muros interiores o plantear cualquier cambio que supusiera el derribo de los existentes.
Como concepto abierto, el diseño de este moderno loft hace las veces de dormitorio, vestidor, salón, comedor o cocina, dotando a la vivienda de un carácter único que se consigue utilizando en un mismo espacio, materiales del mismo tono y estilo decorativo, con una gama cromática que va del blanco al crudo, y los tonos cálidos de la madera en color miel.
La decoración se basó en dar un toque mediterráneo contemporáneo a un moderno apartamento, para convertirlo en el espacio que mis clientes siempre habían soñado.
Este proyecto se basa en buscar la coherencia visual y la armonía para lograr una casa de ensueño, donde mis clientes sueñen con ir a perderse los fines de semana.